Seguí clases en el sexto año en el conservatorio de Brujas, cuando mi profesor nos dijo que teníamos que escribir una obra sobre un tema musical. No tuve que pensar mucho. Escribiría algo sobre una de mis aficiones más apasionadas: bailar el tango argentino.

Di mis primeros pasos de tango hace seis años, en un momento en que estaba buscando un nuevo pasatiempo y quería conocer gente nueva, porque fui víctima de la enfermedad contamporánea que se llama divorcio. El tango para mi fue en ese momento era un gran desconocido. Mi hermana lo practicaba, probablemente con el mismo entusiasmo con que lo bailo ahora. Pero estaba tan ocupado con el jardín, los niños y la realización de películas de viajes que no me dijo nada. Cuando me contó que de vez en cuando iba a una milonga en Gante, era un poco como un choque para mi, porque no comprendí por qué conducía tan lejos para ir a bailar. Wie doet nu zoiets!¿Quién hace tal cosa? Ir 50 kilometros para bailar ! Qué cosa tan extraño!

Pero mi pasión por el tango iba creciendo y pronto tuve que revisar mi opinión. El tango reúne a gente, le da a uno el sentimiento de encontrarse en un ambiente no de esta tierra. Es muy sociable, un buen remedio para el dolor de cabeza y la miseria, es elegante, agradable de ver, muy estético, y la mayoría de las canciones son cantadas en español, un idioma que me apasiona. Además no conoce fronteras. Por todas partes del mundo hay gente que baila el tango argentino. Participábamos en milongas en Berlín, Basilea, Zúrich, Maastricht, París, Lille, Tarbes, Toulouse, Verona.

Gracias al tango conocí muchos nuevos amigos.  Bailar es como practicar un deporte, me mantiene alejado del televisor, es emocionante, sensual y relajante, ... Además, no es sólo moverse, es algo en loq ue hay que hacer un esfuerzo y por consiguiente supongo que trae una cierta apreciación y admiración por personas que no lo conocen, igual que gran respeto por los que lo bailan.

Los lugares de baile son muy variados. Me encanta bailar al aire libre en plazas donde hay edificios históricos, con cierta alma, como en el patio del Arentshof o en el patio de la lonja de pescado en Brujas, en el patio de la Bolsa Vieja en Lille (Francia), a lo largo de la costa, como a lo largo del río Escalda en Amberes, o del Sena en París, del río Spree en Berlín. Es romántico, vibrante y tiene clase. La música a veces parece monótona por la melancolía que evoca, pero a menudo es muy rítmica y variada. No sólo hay la música de tango en el compás 4/2, pero también el vals tango (1/3) y la milonga apretada en 4/4. Y además existe el neotango que, por ser menos convencional y más contemporáneo, atrae sobre todo a los jóvenes y resulta una serie adicional de figuras de baile.

También es interesante el juego de papeles. El hombre invita a bailar y la mujer acepta o niega. Creo que ambos tienen algo único. Sin embargo no niego que me alegro de ser un hombre, ya que de esta manera puedo determinar cuánto tiempo me queda en la pista de baile. Una vez estuve en una milonga en que cambiaron los papeles. Por ser el día Internacional de la Mujer, los organizadores de la milonga en Courtrai, decidieron dar el derecho de invitar a las mujeres. Menuda diferencia! Algunas mujeres no sabían que sucedía y se quedaron sentadas. No parecía natural.

En cuanto al baile, no sólo el tango argentino me fascina, sino también la salsa. Como me siento deportista, me gusta mucho la salsa, porque requiere más esfuerzo físico y otra ventaja es que la música latina suena más alegre. Por eso a veces prefiero bailar salsa. Pero también hay desventajas. Cuando se baila salsa el sudor corre más rápido que el tango. Y además es costumbre en la salsa de bailar cada canción con una persona diferente, mientras que en el tango la etiqueta exige que se baila por lo menos 3 canciones. A mi parecer, el tango y la salsa se complementan a la perfección y por eso me gusta bailar los dos el uno tras el otro. Algunos organizadores comienzan a reconocer esto y algunas veces ofrecen la combinación, como en Croix (Francia), donde una vez al año una fiesta de baile tiene lugar con música de tango, de rock and roll y de salsa. También con nosotros en Bélgica hay deejays que se atreven a hacer oír un número de salsa durante una milonga. Por el contrario, en una fiesta latina no hace falta poner música de tango, porque al lado de la salsa, se pone siempre también merengue y bachata, que tiene un ritmo perfecto para bailar tango.

Pero quisiera volver a mi trabajo. A principios pensé hacer la comparación entre la música clásica y el nuevo tango. Pero al coleccionar todo el material, descubrí que hay muchas cosas que contar sobre el tango. Y como me encanta bailarlo me pareció la pena estudiarlo a fondo e intentar saber más sobre la historia, los bailarines, compositores, poemas, discos - a veces muy viejos - etc.

Lo que no sabía, pero tendría que haber sabido - porque es como soy – es que sería difícil restringirme. Si hago algo que me gusta, mi entusiasmo no conoce límites. Es por eso que leí sobre cualquier tema, lo que resultó en hacer una obra mucha más densa de la norma, ya que en general era 20 páginas. Pero no soy el único culpable. Hay mucha confusión sobre ciertos temas, como sobre la pregunta de si el tango se originó o no en los prostíbulos. Sobre este tema las opiniones son tan diferentes que no sería posible llenar un libro entero con sólo este tema. Investigando encontré otra información y por consiguiente más temas para exponer en mi tesi.

Paso a paso descubrí que el tango es más internacional de lo que pensaba. En Francia, Alemania, Italia, Suiza, Austria, EE.UU. y hasta Finlandia, el tango argentino es muy popular. Y como estudié para ser traductor de Francés / Inglés / Alemán / Español pude leer varias lenguas, con todas sus ventajas.

Sin embargo, quiero acentuar que de ninguna manera pretendo que esta obra sea completa. Es mi intención seguir leyendo libros, artículos y textos en sitios web. Entretanto quiero invitar a todo el mundo a expresar su opinión por email jpvanloocke@skynet.be o escribiendo algo en mi libro de huéspedes en mi web. Agradeciéndolo, les envio un abrazo muy caluroso !

21 mayo 2010    Jean-Pierre Van Loocke